Gratuidad o… ¿magia?

Estimado Director,

En la edición del Jueves 30 de Mayo, el profesor Eduardo Andrades (Derecho, UDD) hace una relación entre peticiones de gratuidad en la educación y falta de esfuerzo por parte de los estudiantes que las proclaman. Afirmar que la propuesta de gratuidad en la educación pública conlleva “total falta de compromiso, afán de sacrificio y trabajo…” es llamativo de acuerdo a la magnitud de las reformas que se han propuesto. Porque lo que se propone en pancartas y panfletos apunta a lograr mayor equidad en nuestra sociedad, en base a reformas en la captación y repartición de recursos fiscales. De esta manera, el Estado podría asegurar las condiciones necesarias para aprovechar al máximo todo el potencial intelectual de nuestra población. Y eso conduce al bienestar y al desarrollo.

Vale recordar que todos los estudiantes son parte de una familia de “esforzados contribuyentes”, de contribuyentes no tan esforzados (dependiendo del quintil o decil) o de “elusionistas” de impuestos. El concepto de “estudia quien tiene dinero o capacidad de endeudamiento” ha imperado por sobre lo académico en el sistema chileno,y es inevitable que así ocurra dada la lógica en la asignación de recursos. Lamentablemente, luego de más de 30 años de desarrollo de este sistema que privilegia la“libertad de enseñanza” por sobre la calidad de enseñanza, los datos de aseguramiento de calidad han demostrado que no solo ha fracasado, sino que se ha convertido en un nicho de fraude y engaño para miles de estudiantes y familias.

Por último, mencionar que “la condición pública desconoce la historia y nuestra libertad de enseñanza” puede ser cierto. Esto si pensamos que el fortalecimiento de lo público es contrario a lo hecho en Chile desde 1973 y, por tanto, va en contra del derecho de segregar la enseñanza en base a lo socioeconómico. Vale destacar que hay historia antes de ese año,e inclusive hay países que se han desarrollado en base a un robusto sistema público y gratuito.

Prof. Marcelo González

Universidad de Concepción

Carta publicada en el Diario de Concepción (7 de Junio de 2013)