Competencia o cooperativismo

Sr. Director,
Pertenezco a la generación criada entre los ochentas y los noventas. Una generación que recuerda con nostalgia la televisión de aquella época,  sus inocentes programas y dibujos animados. Aquella generación que se emociona con la serie los ochentas (UC-TV) y recuerda con nostalgia una vida que parecía transcurrir con mayor calma en la seguridad de la vida familiar, aun cuando ejercía su poder una dictadura oprobiosa. En general, sea cual fuera la orientación política de las familias que compartían una villa, una población o pasaje, había cordialidad y ayuda mutua entre quienes compartían un espacio común. Recordamos y añoramos esa sensación, aunque fuimos los primeros en ser educados en torno a la competencia entre iguales. Nos educaron pensando en ganarle al resto, nos enseñaron que el valor de la nota está por sobre el valor del compañerismo o la amabilidad. ¿Por qué aún tenemos esa sensación? Puede haber una respuesta: nuestros padres y abuelos vivieron y recuerdan la época en que existían las cooperativas, la organización de pobladores para ayuda mutua, las mutuales que se basaban en compartir los beneficios y proteger de la desventura. Sea cual fuera la posición política de nuestros antecesores, todos supieron o participaron de estas organizaciones que los vinculaba y los comprometía con el vecino y la vecina. Yo me pregunto ¿cuántos jóvenes y adolescentes han escuchado mencionar la palabra “cooperativa” en sus vidas? Yo escuché miles de veces a mis padres decir “vamos a la cooperativa”, esperaba el regalo navideño de “la cooperativa” y pasaba por fuera de esta institución que poco a poco fue desapareciendo junto con el deterioro del edificio que la albergaba para terminar como un fantasma en medio de una población de trabajadores (Coperhua). Creo que vale la pena preguntarse si la sociedad de la competencia está por sobre la cooperación, si queremos legar a futuras generaciones la ética de la competencia por sobre el compañerismo, el beneficio personal por sobre la voluntad comunitaria. De nuestra infancia recordamos palabras y situaciones que nos indican que hubo “algo”, pero nunca nos enseñaron que era ese “algo” ni que fuera una opción válida. ¿Será hora de recuperar la confianza, el cooperativismo y el apoyo mutuo como mecanismo de desarrollo social?

Marcelo González Ortiz
Profesor Asistente
Facultad de Ciencias Biológicas

Universidad de Concepción

Carta publicada en el Diario de Concepción (24 de Agosto de 2013)

Comentarios

Esteban ha dicho que…
Esas palabras le suenan demasiado comunistas a quienes nos inculcaron competir. Depende de nosotros, y de las generaciones que hoy nos muestran como hacer las cosas bien, que volvamos a esa vida en que, aunque habia poco, era para todos por igual. Un abrazo colega.

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