Se ríen en nuestra cara

La táctica fue la siguiente: anunciar con bombos y platillos que se dejarían de usar gases lacrimógenos hasta comprobar su inocuidad. Durante los días que siguen a este sospechoso anuncio, en cada despacho noticioso sobre un posible enfrentamiento, el periodistas de turno hace énfasis en los problemas de la policia para controlar a los manifestantes y se resalta el aumento alarmante en el número de policias heridos.

Entonces, por 3 días se dice hasta al astío que sin la medida disuasiva del gas lacrimógeno el trabajo de la policía es prácticamente imposible de hacer y se está cayendo casi en la anarquía absoluta porque los manifestantes "altamente violentos" podría derrocar al gobierno y poner en peligro la institucionalidad armados hasta los dientes con hondas, piedras  y molotov.
De esta manera y sumado al reclamo de varios ilustres partidarios del régimen militar (oh sorpresa), se llega a la determinación de que es necesario restituir el uso de las lacrimógenas por el bien de la ciudadanía. Además, nuestro erudito ministro del interior dice que pasado 3 días y luego de hacer las pruebas de rigor (!!!) se ha comprobado que el gas utilizado no es abortivo, por lo que no hay peligro en ser utilizado. Ante estas declaraciones, no me queda mas que felicitar al Ministro Hinzpeter por tener un equipo de científicos tan altamente eficientes que son capaces de obtener resultados concluyentes en 3 días de pruebas, mientras que el grupo del académico de la Universidad de Chile (Andrei Tchernitchin) tiene que haber demorado varios meses en llegar a sus conclusiones....que son erroneas más encima!!! (grande Hinzpeter). Si tuvieramos más científicos así de eficientes, de seguro que ya tendríamos a un par de premio nóbeles de química o medicina, porque estarían sacando papers todos los meses. Los mismos papers que seguramente el ministro con su equipo de científicos están preparando para validar sus resultados y apoyar sus conclusiones. Porque como es un tema eminentemente científico, debe haberse enviado los resultados a revistas de toxicología o de fisiopatología donde fueron revisados por un comité de expertos que avalan la prolijidad del trabajo realizado. me imagino que todo eso se hizo en tres días para poder contradecir los resultado del toxicólogo de la Facultad de Medicina, experto en fisiología reproductiva.  

Así, con el respaldo que da la demagogia, se valida públicamente el uso de medidas represivas y se deja fuera de discusión el posible uso racional de técnicas de contención de ciudadanos que se manifiestan haciendo uso del derecho constitucional que poseen para hacerlo libremente, sin ser reprimidos.
Una vez más este gobierno demuestra un manejo maestro de la manipulación mediática, lo que les permite ejecutar o mantener medidas sin más fundamento que las palabras agresivas y arbitrarias de quienes están en el mando. 

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