Amenaza sobre el Lleu Lleu

Como buenos citadinos que pasamos unos días en el campo, nos preocupamos de la limpieza del lugar, de si había luz, y si parecía seguro. Por suerte todas nuestras exigencias se cumplieron con creces y además solo había una tranquila familia acampando, lo que satisfizo nuestras necesidades como buena pareja antisocial que somos.
Luego de esto, nos abocamos a lo que íbamos. Instalamos nuestro campamento y bajamos unos metros a ese lago que prometía ser el mas limpio del sur de Chile. Nada mas cercano a la realidad, un lago prístino de aguas cálidas (para la realidad chilena), muy agradable para sumergirse y nadar ya que no te congelas como en los lagos de un poco mas al sur (como en el taquillero Caburga, por ejemplo). Así nos fuimos entregando al paisaje y la tranquilidad fue sanando el estrés de un año cargado de sensaciones fuertes y trabajo.
Recorriendo el sector nos fue posible conocer a algunos lugareños, en un 99% población mapuche que han estado en la punta de lanza del conflicto con el Estado chileno. A simple vista, sin prejuicios y con la educación necesaria, es posible apreciar que la forma de vivir de este pueblo, su cosmovisión y cultura de subsistencia, ha permitido que este paisaje se mantenga sin mayor intervención y con la pureza con que es posible encontrarse actualmente.
En estos paseos y mientras juntábamos unos palitos para nuestra fogata, nos encontramos con el cartel de la foto y a poco caminar nos cruzamos con un lugareño, quien amablemente nos saludó y nos preguntó como iban nuestras vacaciones. Eso dió inicio a una breve pero potente conversación donde nos confirmó cosas de las que uno trata de mantenerse informado, pero que suenan diferente viniendo de alguien que ha vivido en carne propia la represión del estado. Cuesta imaginarse ese paisaje tan bello contaminado por buses, carros policiales, tanquetas y uniformados que durante todo el año mantienen militarizada la zona. Junto con contarnos brevemente como es el paisaje en otras épocas del año, nos confirma que estas fechas del verano la policía desaparece por un tiempo, obviamente para que los turistas no vean la forma en que se establece el estado de sitio permanente en que vive la comunidad de sector. También el lugareño nos cuenta un poco la historia del Lleu lleu, cuyas aguas son sagradas para el pueblo mapuche y sobre el cual existe la leyenda ancestral de que algún día se convertirá en mar.....
Y la minera?...bueno, además de los problemas con las forestales que han usurpado y explotado tierras por años en el sector, ahora están expuestos a una nueva gran amenaza que son los dineros de trans-nacionales que quieren explotar la riqueza mineral de esta tierra. Él nos cuenta que en este sector es fácil encontrar carbón si uno escarba unos pocos metros, pero las huestes capitalistas están centrando su apetito en éste y otros minerales de mayor valor, como el uranio, escandio, hierro...etc.
Ante estas iniciativas que atentan contra uno de los lugares mas bellos de nuestro país, además de ser tierra ancestral del pueblo mapuche y reserva natural como pocas que van quedando, el único bastión de lucha lo sostienen unos pocos comuneros mapuches que resisten la opresión y que afirman que, tal como nos lo dijo el lugareño, pelearán hasta el final por esta tierra aunque sepan que tarde o temprano los sacarán de su hogar con el poder del dinero, pero al menos "un par de palos se van a llevar" quienes quieran hacerlo.
Finalmente, nos enteramos que este lugareño que tan amable y cordialmente nos conversó en el camino es José Llanquileo, enjuiciado y apresado hasta hace poco la justicia chilena y sindicado como terrorista y uno de los principales enemigos de las forestales y el Estado....solo basta conocer un poco, solo un poco, para dimensionar lo que sucede y darse cuenta de quienes son los verdaderos terroristas en este conflicto.
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